domingo, 6 de agosto de 2017

Escape onírico

Despues de la lluvia el hermoso verde se apoderó del paisaje poniendo en ridiculo las pinturas bucólicas.  La música callada hacía resonar la soledad.  El olor de tierra preñada empezó a gestarse.  Era el momento anhelado para interrogar el universo al creer conjuradas las iras salvajes.  Una serpiente se abrió buscando la vida que pensaba hallar empozoñando.  Desde siempre me acechaba pero sólo hasta ese momento dudé de su sapiencia que escondía tras un velo de dulzura.  Incapaz de soportar el oprobio rasgó el velo.  Mi cuerpo saltó a tiempo pero mi mano detenida por un instante le sirvio de blanco.  Pude salirme de su sueño sibilino y despertar del mío.  Dos gotas de sangre corrían por el dorso de mi mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario